Después de admirar a la grande del soul, ahora nos toca disfrutar de James Brown, hermano del rythm&blues en los 50, padrino del soul en los 60 y padre del funky de los 70. Mister dinamita, imparable, desgarrador, frenético, insustituible e irrepetible, genial, sorprendente y espectacular en sus actuaciones. Es el contrapunto perfecto a la dulzura del motown y del doo wop de su época. No es para contarlo... Es para sentirlo y vivirlo con su música y con su voz.
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