Después de mis últimos desengaños musicales
(El amor sigue en el aire y Hinds),
necesitaba volver a creer,
volver a sentir buena música vibrando dentro y fuera de mí.
del pasado día 20 de enero, he conseguido salir del bucle,
he vuelto a la luz. ;D
Alejandro Acosta y Cristina Manjón, Fuel Fandango,
eclécticos y singulares, únicos,
han creado una inusitada fusión entre la música electrónica y el flamenco, el soul, el pop: espectacular y vibrante.
La peculiar voz de Nita, imparable,
con sus taconeos, su abanico y su sensualidad,
acompañada en algunos temas por el Niño de Elche
y por el guitarrista Dani de Morón,
crearon un efecto hipnótico que cautivó
al abarrotado recinto del Circo Price,
con un lleno total hasta la bandera.
Fue alucinante cómo levantaron a todo el aforo de la sala: todos los espectadores bailando a la vez como un solo cuerpo al ritmo de sus temas, coreando sus bellas letras.
Shinny soul, la primavera, salvaje...
Para mí fue como una epifanía, un renacer, una Aurora,
como el título de su último disco.
Salimos del concierto como dice su canción:
como caballos salvajes en la niebla.
Volveré a repetir con Fuel Fandango. Seguro.