Fabulosa y sorprendente la Exposición de Maurits Escher en Madrid, Palacio de Gaviria, hasta el 24 de septiembre de 2017.
Una sabiduría oculta se esconde en sus litografías y grabados:
todo tiene su cara vista y su cara oculta,
todo fluye: todo está en continua evolución y cambio,
todo tiene presente su polo opuesto,
como es arriba es abajo,
todo depende de la perspectiva desde donde se vea
o del punto de vista desde donde lo consideremos...
En mi opinión, Escher, el genio,
nos deleita con un talento igualable al de Dalí,
Gaudí, Pablo Gargallo, Picasso
y otras grandes estrellas del firmamento del arte.
El Palacio de Gaviria se convierte en un marco ideal
para disfrutar de la exposición de Escher,
sobre todo, el salón dedicado a Isabel la Católica.
La entrada cuesta 12 euros,
casi lo mismo que entrar al Louvre de París.
Ojalá destinen parte de la recaudación
a la restauración del Palacio,
que aún guarda las viejas señales de sus últimas noches
como night club de moda de la noche madrileña.
En cualquier caso, la entrada está pagada con mucho gusto,
porque la exposición lo merece.
Puedes pasarte horas en la exposición y tus ojos estarán encantados de ir descubriendo escenas y escaleras imposibles, paisajes estudiados al milímetro
donde naturaleza y matemáticas se unen.
donde naturaleza y matemáticas se unen.
Un estupendo ejercicio visual y mental
donde tus neuronas se ejercitarán a fondo
con las obras y los juegos que nos ofrece la exposición.
con las obras y los juegos que nos ofrece la exposición.
En una misma imagen, primero aparecen a nuestra vista
unas ranas, después pájaros, que parecían escondidos, después peces, lagartos, figuras humanas... Sorprendente.
Una sabiduría oculta se esconde en sus litografías y grabados:
todo tiene su cara vista y su cara oculta,
todo fluye: todo está en continua evolución y cambio,
todo tiene presente su polo opuesto,
como es arriba es abajo,
todo depende de la perspectiva desde donde se vea
o del punto de vista desde donde lo consideremos...
En mi opinión, Escher, el genio,
nos deleita con un talento igualable al de Dalí,
Gaudí, Pablo Gargallo, Picasso
y otras grandes estrellas del firmamento del arte.
El Palacio de Gaviria se convierte en un marco ideal
para disfrutar de la exposición de Escher,
sobre todo, el salón dedicado a Isabel la Católica.
La entrada cuesta 12 euros,
casi lo mismo que entrar al Louvre de París.
Ojalá destinen parte de la recaudación
a la restauración del Palacio,
que aún guarda las viejas señales de sus últimas noches
como night club de moda de la noche madrileña.
En cualquier caso, la entrada está pagada con mucho gusto,
porque la exposición lo merece.
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