Hacía tiempo que no encontraba una versión que me dejara a cuadros. En el caso de hoy, para bien. Una melodía divina de George Harrison: My sweet Lord. Me imagino a George
componiendo esta canción: ¿estaría flotando entre nubes multicolores bajo los efectos de alguna sustancia habitual en su época? ¿O tal vez muy muy lúcido? No lo sé, pero fuera como fuese, compuso una melodía maravillosa.
componiendo esta canción: ¿estaría flotando entre nubes multicolores bajo los efectos de alguna sustancia habitual en su época? ¿O tal vez muy muy lúcido? No lo sé, pero fuera como fuese, compuso una melodía maravillosa.
La versión de hoy nos la trae Billy Preston con el toque gospel de su voz que me encanta y que no desmerece
para nada a la original.
Me quedo con las dos.